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¿Qué es?
La artroscopia es una técnica quirúrgica con la cual podemos realizar un gran número de procedimientos en distintas articulaciones del cuerpo humano. La característica principal de esta técnica radica en el uso de una cámara y materiales de tamaño mínimo, diseñadas para introducirse en la articulación en cuestión a través de incisiones muy pequeñas en la piel.
Procedimientos
Los procedimientos artroscópicos han avanzado mucho estos últimos años, siendo posible realizar artroscopias de rodilla, hombro, muñeca, cadera, tobillo, etc. Y se llevan a cabo cirugías como: limpiezas articulares, tratamiento de pinzamientos, reparaciones de meniscos y/o ligamentos, suturas de tendones lesionados, diagnósticos de lesiones en casos dudosos, valoración y tratamiento de lesiones cartilaginosas, entre otros. A través de la artroscopia se ha conseguido diagnosticar y tratar lesiones que hace no muchos años, se desconocían o se consideraban muy difíciles de solucionar.
¿Qué tenemos en cuenta para realizar esta cirugía?
Es preciso una adecuada selección de los pacientes candidatos a una cirugía artroscópica, así como la elección del mejor procedimiento para llevarse a cabo. Todo esto se realiza en valoración conjunta con un equipo de traumatólogos que controlen y realicen dicha técnica dentro de su catálogo de servicios.
Se considera que con esta técnica los resultados de las cirugías son muy buenos, se evitan algunas complicaciones propias de la cirugía abierta, y el proceso de recuperación es más rápido y menos doloroso, siendo esto último su principal ventaja.
Para realizar dicho procedimiento normalmente se insufla la articulación con suero salino, lo cual permite una mejor visualización de estructuras, se introduce la cámara y se hace un reconocimiento inicial, luego procedemos a reparar / tratar la lesión en cuestión, para lo que muchas veces utilizamos pinzas, tijeras, material de sutura ultra resistente, electrobisturís de ablación con radiofrecuencia, etc… todos ellos adaptados para este tipo de cirugías. Finalmente comprobamos el adecuado resultado o funcionamiento de la técnica llevada a cabo, lavamos la articulación, y se realiza el cierre de piel con pequeños puntos.
Dado que son cirugías que se realizan en espacios pequeños y cerrados, requieren del desarrollo de cierta habilidad quirúrgica y alta precisión, así como un correcto conocimiento de las estructuras anatómicas y manejo de los materiales que se utilizan, siendo muchas veces procedimientos bastante complejos y exigentes a nivel quirúrgico.
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