Condromalacia-Rotuliana

La condropatía rotuliana, también conocida como síndrome femoro-patelar o condromalacia rotuliana, es
una patología que consiste en la alteración del cartílago de la rótula, en la zona que articula con el fémur.
El principal síntoma suele ser un dolor agudo y punzante en la parte anterior de la rodilla, sobre todo con
esfuerzos como subir / bajar escaleras o al realizar la posición de cuclillas. También suele manifestarse en
posiciones de semi-flexión mantenida de la rodilla, por ejemplo al conducir muchas horas seguidas.
La Condropatía Rotuliana está facilitada por los traumatismos o movimientos repetitivos que producen
compresión del cartílago, por factores estructurales como la alineación de la rodilla o la posición de la
rótula; por insuficiencia de la vascularización del hueso bajo el cartílago; o por factores del paciente que
facilitan la degeneración del cartílago ( obesidad, tabaco, etc).

Condropatía rotuliana degenerativa

El término degenerativo se refiere al desgaste propio de la edad, el cual puede producir la condropatía
rotuliana, sobre todo en personas mayores de 50 años que llevan una vida sedentaria, con malas posturas, una alimentación no saludable o con consumo de tabaco.
Condropatía rotuliana causada por el deporte
El deporte es una de las causas más frecuentes de la condropatía rotuliana, sobre todo deportes de salto,
como el baloncesto o el voleibol, en los que se flexiona y extiende repetidas veces la rodilla, otros
ejercicios similares son las carreras de fondo, al aumentar de manera excesiva la presión en la rótula o
ejercicios de contracciones bruscas de cuádriceps que generan tensión en el tendón rotuliano y oprimen la rótula contra el fémur, como sentadillas mantenidas, por lo que debemos intentar que éstas no superen el ángulo de 90o en pacientes con condropatía.
Para que el deporte aporte los beneficios respectivos a nuestro cuerpo, y no padezcamos estas lesiones,
debemos adaptar nuestro nivel de entrenamiento. Una pobre musculación del cuádriceps, también afecta
en la amortiguación, provocando que la rótula soporte mayor presión y secundariamente el desarrollo de
la condropatía.

Condropatía rotuliana derivada de factores anatómicos

Algunos factores en la anatomía de nuestro cuerpo puede favorecer esta dolencia. Alteraciones en la
posición de la rodilla, el tobillo, cadera, pelvis o incluso columna, puede terminar causando un síndrome
femoro-patelar. Por ejemplo, algunos personas con rodillas en valgo (en forma de X), presentan un
desplazamiento lateral de la rótula, provocando lesiones en el cartílago.
En otros factores anatómicos, el cuerpo de una mujer está más predispuesto a sufrir condropatía rotuliana.
El ancho de las caderas hace que el eje de tracking rotuliano aumente, lo que puede afectar a la rótula.

Condropatía rotuliana provocada por carga de peso y traumatismos

La carga de peso excesivo afecta a nuestras rodillas. Al respecto, es importante saber que la obesidad es
una gran enemiga para nuestro esqueleto, y sobre todo nuestras rodillas, ya que hace que las rótulas
tengan que soportar un peso para el que no están preparadas.
Un traumatismo también puede derivar en una condropatía rotuliana, tras recibir un golpe de alta
intensidad en la rodilla, o en pacientes que hayan sufrido luxaciones de rótula.

Diagnóstico

La Resonancia Magnética es un estudio eficaz para el diagnóstico en las lesiones moderadas o avanzadas,
y un algo limitado en las lesiones incipientes. Sin embargo es la principal herramienta diagnóstica que
disponemos.
El diagnóstico definitivo de Condropatía Rotuliana se hace por visión directa del cartílago mediante
artroscopia, que normalmente se hace ya como parte del tratamiento.

Tratamiento

El primer paso en el tratamiento es solucionar los factores que desencadenan o agravan la condropatía:
Desalineación de la rodilla, rótula alta, obesidad, inestabilidad…

Así mismo disponemos de tratamientos médicos como analgésicos orales o suplementos del cartílago,
fisioterapia o rehabilitación para potenciar la musculatura, estimulación de la propiocepción, etc.
Cuando el tratamiento conservador falla en el control de los síntomas, en el caso de que existan defectos
circunscritos del cartílago, puede optarse por un tratamiento quirúrgico.

Si tienes alguna duda sobre esta patología no dudes en contactar con nosotros!

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