Mito ''Todas las fracturas necesitas cirugía''

Las fracturas son las lesiones más comunes en el ámbito de la traumatología. Cuando por mala suerte, nos toca sufrir alguna, es frecuente que las asociemos automáticamente con la necesidad de una cirugía. Sin embargo, es importante aclarar que este es un mito ampliamente difundido. No todas las fracturas requieren cirugía, y en muchos casos, se pueden tratar de manera efectiva sin intervención quirúrgica. En este artículo, queremos desmitificar la creencia de que todas las fracturas necesitan cirugía y exploraremos las opciones de tratamiento conservador que pueden ser igualmente efectivas.

Tratamiento conservador de fracturas:

  • Inmovilización: La inmovilización mediante el uso de yesos, férulas u otros dispositivos ortopédicos es un enfoque común para el tratamiento de fracturas estables. Estos dispositivos proporcionan estabilidad y permiten que los huesos sanen adecuadamente sin necesidad de cirugía.
  • Tracción: En ciertos tipos de fracturas, la tracción puede ser utilizada para alinear y estabilizar los huesos. Esta técnica utiliza pesos y poleas para aplicar una fuerza de tracción controlada a la extremidad afectada, facilitando la alineación adecuada de los fragmentos óseos y promoviendo la curación.
  • Terapia física: Una vez que se retira la inmovilización, la terapia física desempeña un papel crucial en la rehabilitación de una fractura. Los ejercicios específicos y la movilización gradual ayudan a fortalecer los músculos circundantes, mejorar el rango de movimiento y acelerar la recuperación funcional.
  • Medicamentos y cuidados generales: En muchos casos, los medicamentos para el manejo del dolor, junto con una buena alimentación y descanso adecuado, son suficientes para promover la curación de las fracturas sin necesidad de cirugía. Estos cuidados generales pueden ser fundamentales para una recuperación exitosa.

Fracturas que pueden requerir cirugía:

Si bien es cierto que no todas las fracturas requieren cirugía, hay casos en los que la intervención quirúrgica es necesaria para una recuperación óptima. Algunos ejemplos son:

  • Fracturas inestables: Las fracturas en las que los fragmentos óseos están desplazados significativamente o no se pueden mantener en una posición adecuada mediante métodos conservadores pueden requerir cirugía para realinear y estabilizar los huesos.
  • Fracturas expuestas o con heridas: Cuando una fractura se acompaña de una herida que expone el hueso, existe un mayor riesgo de infección. En estos casos, la cirugía puede ser necesaria para limpiar la herida y estabilizar los fragmentos óseos.
  • Fracturas complejas: Algunas fracturas pueden implicar la pérdida significativa de hueso o afectar estructuras vitales cercanas. En tales situaciones, la cirugía puede ser requerida para reconstruir el hueso o reparar las estructuras afectadas.

Es importante comprender que no todas las fracturas requieren cirugía. El tratamiento de las fracturas depende de varios factores, como la localización anatómica, el tipo y la gravedad de la fractura, así como las necesidades individuales de cada paciente. En muchos casos, los enfoques conservadores, como la inmovilización, la terapia física y los cuidados generales, pueden ser igualmente efectivos en la curación de las fracturas. Solo un médico especialista en traumatología puede determinar el mejor plan de tratamiento según cada situación. Siempre es fundamental buscar atención médica adecuada para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.

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