Un juanete o conocido en el mundo de la Traumatología como hallux valgus, es una deformidad del dedo gordo del pie, casi siempre adquirida, en la que el dedo presenta una desviación hacia los dedos menores.
Causas.
Se asocia sobre todo al tipo de calzado que llevamos (más frecuente en personas que utilizan tacones o zapatos de punta estrecha), también presenta cierto componente hereditario, por lo que si nuestros padres han tenido juanetes, es más probable que nosotros padezcamos de ellos; así mismo, enfermedades neurológicas o mecánicas del pie (pies planos) son factores que contribuyen a su desarrollo.
Pacientes tipo.
La mayoría de pacientes suelen ser mujeres de edad media, y el síntoma principal es la desviación del primer dedo sobre el segundo, casi siempre con una irritación/inflamación dolorosa en el borde medial del dedo, dicha inflamación se denomina bunion. Este bunion produce dolor intenso y continuo en la zona, que empeora al caminar o al calzarse. A veces también pueden presentarse chasquidos o crepitaciones al mover el dedo.
Síntomas.
En ocasiones, también se presentan otras alteraciones en el pie, a consecuencia directa o indirecta del juanete, como pueden ser: deformidades de los dedos menores (en garra, superpuestos o infrapuestos, con callosidades, con desviaciones, ect), dolor en la planta del pie o metatarsalgia, entre otros.
Prevención.
En ocasiones, también se presentan otras alteraciones en el pie, a consecuencia directa o indirecta del juanete, como pueden ser: deformidades de los dedos menores (en garra, superpuestos o infrapuestos, con callosidades, con desviaciones, ect), dolor en la planta del pie o metatarsalgia, entre otros
Tratamiento.
El tratamiento de los juanetes consiste en aliviar el dolor que produce e intentar corregir la deformidad del dedo cuando esta es muy llamativa. Cuando un juanete no es doloroso, podría tratarse con el uso de separadores digitales de silicona, y la modificación del calzado.
Si los episodios de dolor son ocasionales y leves, un poco de reposo y frio local más anti-inflamatorios en pomada durante los mismos, podría controlarlos.
Pero si el dolor es persistente, intenso y limitante, lo mejor será realizar una cirugía de corrección del pie, la que consiste básicamente en realinear el o los dedos mediante cortes óseos (también llamadas osteotomías) pulir / limar las prominencis dolorosas y fijar el dedo en una posición anatómica con tornillos o agujas. También se deben tratar las partes blandas, ya sean tendones o ligamentos, para conseguir que el dedo corrija su posición. Estas cirugías variarán en su técnica y complejidad dependiendo del grado de deformidad, la cantidad de dedos o problemas a tratar y el estado del pie en general.
Postoperatorio.
El postoperatorio suele ser algo llamativo para los pacientes, debido a la coloración e inflamación que adquiere el pie tras el procedimiento realizado, que forman parte de un proceso biológico normal como respuesta del cuerpo a la cirugía realizada. Y que va remitiendo con el paso del tiempo.
Normalmente se requiere del apoyo con muletas y un zapato ortopédico las primeras semanas, los cuales se irán retirando progresivamente conforme consigamos mejorar de la inflamación y se asegure la consolidación de los dedos tratados.
Es importante recalcar el papel que tiene el vendaje funcional que realizamos después de la cirugía, ya que este vendaje se coloca de una manera especial para que asista y ayude a corregir el pie, por lo que debe mantenerse una temporada (2-3 semanas) en forma permanenete, es decir sin retirarlo, o en todo caso, recolocarlo tal cual si es que se ha realizado una cura.
Si presentas síntomas por un juante o tienen dudas sobre qué tratamiento sería el mejor para ti, no dudes en contactarnos!.